Dr. de Pueblo. ( Inocencia, o sobre los vinos añej
Dr. de Pueblo. ( Inocencia, o sobre los vinos añejos )
Era cerca de la víspera de navidad, época de una tradición decembrina, posadas; había llegado al pueblo cerca de hace 5 meses, la consulta aumentaba, había reducido el tiempo, ahora ya no platicaba, aunque pulí el trato, sabia quien venía a que le prestaran oído y quien se sentía realmente mal. La andanzas con María seguía de vez en cuando, en mis fines de semana no despegaba la vista de los libros, pronto tendría que medir mi desempeño intelectual ante otros miles.
Un día nublado y frío, de ese sitio de clima boscoso, llegó una abuela, su nieto había enfermado de algo que los remedios caseros no quitaban, exploré al pequeño paciente y determine la causa, realmente le había echo pasar malos ratos a esa señora mayor. La madre del chiquillo trabaja como empleada domestica ó algo así de una casa de unas personas de muy altos ingresos de un sitio no tan lejano (así es Latinoamerica). La vieja no confió en mis palabras y se fue con su nieto. Al cabo de unos días, estaba yo trabajando por la tarde en el consultorio, burocracia. Cuando el estado ofrece un servicio gratis (pagado por impuestos) y algo no cuadra, el servicio lo patrocinas tú, con las migajas que obtienes (Latinoamerica otra vez), era por la tarde, mucha gente en la calle, nadie en la clínica, me habían invitado, no salí, tenía que guardar cierta investidura, y allí estaban algunos padres, maridos y novios, a los cuales sus mujeres, sus hijas y yo, les habíamos puesto una gran cornamenta. Escuche el timbre a lo lejos, el día era gris, y el viento gélido.Me levanté y me dirigí a la puerta, era la vieja. Una señora de unos 60 años, unos 50 kilos, ella era compacta, de tez blanca, ojos claros, el cabello plateado, de manos finas, tetas grandes aunque ahora el tiempo las había bajado a la mitad del abdomen,que tenia un bulto discreto que se asomaba en su cintura que ya no se veía, el trasero grande y las piernas cortas y anchas Una abuela no muy común. Le abrí y en seguida, se mostró agradecida sobre el tratamiento del nieto.
-Hola, ahora, la enferma soy yo-
-Adelante doña, pase- Tenia una dolencia de rodilla.
Al momento de revisarla pude ver sus piernas, también blancas, con algunas pecas, naturalmente sin vello, y pocas varices, el problema se ubicaba en tal sitio que tenia que revisar y apretar las nalgas, le pedí que se acostara para revisarla, le toque las rodillas e hice lo rutinario, le pedí que subiera fu falda, lo hizo, y me dejo ver unas bragas normales,todo era normal hasta que me pregunto si la navidad la pasaría en mi casa, conteste que no, y seguí, al revisarla le toque las piernas con toda la mano, le toque la parte interna de sus muslos, apretando y amasando, le gustaba, se olvido del dolor, y le pedí que se volteara boca abajo, lo hizo, le ayude mientras tocaba su cadera y la volteaba, tal cuando cambias de posición a la hembra con la que coges. No hizo ningún gesto y accedió, tire de sus calzones hacia abajo,y me dejó ver una nalgas grandes, blancas, redondas, que apreté y toque, por poco le daba una buena y fuerte nalgada, tal lo que requería ese culo grande. Le encantó, soltó una risa.
-Ahy!! Dr.cito que tanto me mueve las nalgas- dijo, mientras meneaba el culo. -Lo tengo que hacer, respondí con el timbre de voz de un robot.
-Voy a venir más seguido, ese fue un buen masaje- me dijo, mientras hacia el informe en el ordenador, la mire de reojo, y asentí con la cabeza mientras pensaba, -que abuela tan más puta-.
Inocencia provenía de la ciudad, era diferente a las mujeres de su edad en el pueblo, sabía hablar y vestir, manejaba una inmensa camioneta, se había casado con un sujeto que ahora formaba parte de la tierra, un viejo vaquero, que la raptó hace 40 años, había dejado un negocio local y rentable de venta de carne y ganado, la madre del nieto de la señora, no aprovecho las oportunidades, y la perra se dejó preñar a los 16 años, se largó a trabajar y seguramente a abrir las piernas en otro sitio, para asegurarle un sustento a su hijo, que no le hacia falta, Inocencia llevaba muy bien el negocio de venta de carne y reses, era detestada por los machos que vivían en el sitio; la señora coordinaba todo tras una mesa, y una montaña de papeles, nunca usó una computadora.
Sus visitas aumentaron por la tarde, oía el traqueteo del motor de su camioneta, y sabia que ahora vendría por otra dolencia, generalmente en las nalgas o en las piernas o en las tetas.
-Cuando era más joven… decía casi siempre, y algunas veces llevaba fotos antiguas, realmente era un bombón hace 30 años.
Contorneada y regordeta, invitaba a meter verga y más verga a su tímida boca,y rociar de semen su cara blanca. La vez que consulto por sequedad en la concha, durante la entrevista hizo una broma;
-Cuando era más joven mi vagina se escurría solo con que Pánfilo (su esposo muerto) me tomara del brazo y me llevara a la cama- añadió después de una pausa, -ahora ya nadie me lleva a la cama-. Mi pene logró tornarse un poco grande aunque no se irguió con fiereza. -Vieja puta, me hubiera encantado relevar la verga exprimida de Pánfilo y deslizar mi pito en tu coño rosa- Pensé.
Después de lo rutinario, le ayudé a quitarse las bragas, un modelo antiguo hasta la cintura, de un encaje rojo, parecía sacado del empaque, primero aprecié su coño, pocos vellos de un color plateado, la vulva había perdido, todo el vello, y el aroma era agradable, no el mejor, pero no rechazarías, escupirse y comenzar a regalarle una buena mamada, su piel del coño era blanca por fuera y de un elegante color vino por dentro, la flor casi marchita, aunque no por ello fea, se abrió, y en realidad no estaba tan seca, separe con la mano izquierda y sin guantes, el capuchón de su clítoris, que era aún rosa, me asegure de hacerlo lento, pero no lubricó, con la derecha, con guante pase los dedos lentamente de arriba a bajo atraves de sus prominentes labios menores, (ese tipo de pepas, me gustaba en las jóvenes y blancas, mordisquear esos labios me aseguraba que llenaran mi cara de sus jugos) eso le provocó una risa, y metí el dedo lentamente por el hoyo, era amplio, pero tibio y suave, y duré un buen rato con el dedo adentro. Comencé a buscar algo que no existía, dentro de su cola y a meter más dedo y sacarlo lentamente, poco se lubricó, pero mejoro cuando con la zurda, comencé a tocar su pubis, y con el pulgar extendido casi rozaba el inicio de la raja.
-Algún dolor Inocencia?- preguntaba mientras veía sus ojos cerrados.
Tardaba en responder y me decía que no, mientras seguía metiendole el dedo medio de la mano derecha; el pulgar de la izquierda ahora se situaba presionando el clítoris, sus manos a los lados, quedaban a la altura de mi cintura, y en un abrir de su mano derecha, su dedo rozo mi pantalón, y pudo sentir mi verga que ahora ya estaba dura y babeante, no dijo nada, pero no retiro el dedo, yo seguí, hasta que el meter y sacar de mis dedos y el masaje circular a su clítoris fueron evidentes, ella suspiraba, con los ojos cerrados, y de vez en vez mordiéndose el labio de abajo, enseñaba, sus dientes, grandes y blancos, los de arriba enfrente con una ligera separación, ahora su dorso de la mano estaba contra mi verga que a veces empujaba contra su mano y el borde de la mesa de la exploración.
-ahy ! Dr.cito que buena mano tiene; ya no siento nada feo, ahora solo más sabroso-
Me m*****aba su forma de hablar así que la ignoré, y seguí metiendo el dedo, habrán pasado unos 10 minutos cuando comenzó a mover su cadera de forma rítmica, las piernas bien abiertas y el viejo chochito batido de un líquido blanco de un olor no tan agradable, pero normal.
-Ahhh que Dr.cito, que ya me tiene bien mojadita-
al decir esto suspiró y soltó un largo -Ahhh!-
Le saque el dedo y le quite el dedo del clítoris, me quite el guante,y le dije por fin.
-Bueno Inocencia, ya viste que todavía lubricas-
Ella se levanto y no se puso las bragas; cuando me preguntó a modo de broma y verdad.
-Hay consulta a domicilio ?- Que vieja tan puta, volvía pensar.
-Solo Urgencias- dije; se rió.
Seguía sin ponerse las bragas, su chocho escurría y vi un hilo de jugo blanquecino más ligero que una corrida caer hasta su rodilla. Se puso su ropa, y decía una serie de cosas que no comprendía mientras anotaba una hoja donde obviamente, no relataría que le metí el dedo y le masajeé la concha a una abuela.
Le recomendé un lubricante y ella sugirió que también dedearse sería buena opción. Le dije que si mientras mi pene comenzaba a palpitar, le sugerí un consolador.
-Gracias- dijo ella, lo compraré.
Se largó y se acabó.
Pasó el día de navidad, conseguí lograr largarme a mi casa, el día 23 (el día que sucedió algo me preocupo un tiempo por la gravedad del asunto) Volví el 26 por la tarde, justo antes de anocher, escuche su camioneta, era Inocencia, que venía con una apariencia que la hacía lucir algunos pocos años más joven. Me regaló unas galletas caseras muy ricas, y una corbata de una marca de gama media de un color azul bastante atractivo, no dijo nada sexual, y sabía era un regalo autentico. Salí a despedirla a la puerta, yo iba por detrás mientras veía mover su culo, se despidió, de un beso en la mejilla, y un apretón de manos que me dejo sentir sus manos, largas, y suaves,me dio un cálido abrazo; la señora usaba una fragancia deliciosa, contrastaba con el olor clásico a madera y tierra de la mayoría de sus vecinos.
Pero justo antes del final, se dio media vuelta, y dijo:
-Drcito, (me cagaba que me llamarán así, Dr. no lo soportaba y el diminutivo era aún peor), me regale un vibrador, pero no se usarlo, cree que sea una emergencia-…
Su casa era una villa antigua, su recamara con techo de doble agua y ventanas arriba, tenia una cama inmensa, alta, adornada con una cabecera artesanal de una madera exótica, tallada asombrosamente. Se metió al baño y la oí sacar algo, después el ruido del vater, y salió con un camisón verde olivo, sin abrochar que dejaba ver su desnudez,, sus tetas caídas, conservaban un color rosa, casi virginal. Tenia en sus manos una caja, donde la vieja había comprado, un plug anal, y una bala. Me sorprendí y le sonreí.
-Me enseñaras a usarlos-
Me levante y la besé, esperaba no encontrar una dentadura plástica o un hálito podrido, no fue así, ella accedió y me desabrochó el pantalón, mi verga aun era flácida, por lo raro de la situación, era una mujer casi 40 años más grande que yo, me termine de desnudar, quedándome solo en unos boxers, donde mi pene era de mayor tamaño pero no estaba listo para penetrarla, alguna parte de mi pensaba en lo que había ocurrido unos días antes. Nos besábamos y la señora lo hacia bien, su piel era arrugada aunque suave, sus tetas suaves, sus nalgas grandes, de repente le quite la caja de las manos y me rodeó con sus manos mi cintura, yo deslice mis manos por su cabello,y su espalda, hasta llegar a la raja del culo, la señora olía asombrosamente, mordisque sus tetas y la señora tenía un bulto de ropa sobre lo que parecía una cajonera, lo tiro al suelo. Me tomó por el rabo, y me llevo a donde el tapete improvisado, yo me paré y me quite lo que faltaba de pantalón y zapatos, ella se arrodilló y descanso en el tapete, al estar su cara frente a mi pito, duro pero no en su máximo, me bajo los boxers y mi verga salto, eso le dio una leve risa, y lo tomo, lo llevo a su rostro y lo olió, me olió la verga durante un buen rato, no abría los ojos, pero era muy feliz con la otra mano apretaba mis nalgas, seguía oliendo y poniéndose mi verga en su cara, no la abría, yo acariciaba su pelo y mi verga comenzó a gotear, eso la éxito más ya que sacó su lengua tímidamente aun sin abrir los ojos, y comenzó a lamer lo que me salía, de pronto abrió los ojos castaños, bonitos y grandes, al mismo tiempo que la boca, y se metió el pito. Su boca y su saliva estaban tibias, primero trabajo todo el glande, solo chupando, sin lamer , sin mamar, solo chupaba, mi pene se terminó de poner duro en su boca, y con su mano apretaba mis huevos, y la otra la bajaba pero sus tetas no me dejaban ver si se metía el dedo en la concha, La señora se levantó con un esfuerzo que me hizo enternecer, y se tumbó en la cama.
-Máximo (me llamo por mi nombre) enséñame a usarlos. Mi pene estaba erecto y curvo, eso le hizo sonreír, saque la bala de la caja y comprobé la vibración, le pase el dedo por la vagina, e introduje la bala lentamente era de un elegante color negro mate, ajuste la vibración a lo menos cuando se puso del borde de la cama.
-Ahh- exclamó, de una forma elegante, su timbre de voz era otro.
-Tu pene hijo, ven acá- me acerque con cuidado que el cable alcanzara, y no se le saliera esa goma vibratoria del hoyo.
Y continúo oliéndome el pito, se movía ritmicamente, lo olía, y lo ponía en su boca, con mi mano libre deslizaba la punta de mi dedos sobre sus tetas, olía mi pene, así transcurrió un buen rato, confieso que en algún punto me aburrí, y cuando la erección bajo, su boca se abrió, jaló la cubierta de mi verga y se la metió en la boca, su cara estaba llena de mi líquido, y ahora si que comenzó a mamarlo, succionaba, mi verga ahora si estaba siendo bien tratada, aumente la intensidad de la vibración, comenzó a moverse, como si estuviera siendo penetrada, mamaba de mi verga, se alimentaba de ella y no le importaba la saliva que se le salia por los lados, yo alternaba entre las potencias de la bala. Gemía y mi verga vibraba en su boca, con sus manos tocaba mi escroto y mis nalgas. Yo comencé a moverme, penetrándola en la boca, la mismo tiempo que me seguía succionando. Inocencia dominaba bien el arte de la garganta profunda.
Le quería meter la verga hasta el estomago, me quedaba así y la meneaba de lado a lado, la perra, solo gorgoreaba, y me daba pequeños golpes en el hueso de la pelvis, o apretaba mis huevos, cuando quería que le sacara el pito de la boca, la señora , ahora tan puta lo hacía magistralmente, no me hubiera importado asfixiarla con mi pito, la penetré hasta que saco la verga de su boca, liquido y saliva escurrían de su boca, y habían mojado la cama, un satin verde olivo como su camisón que sería testigo delo siguiente.
-Mijo, ese que esta ahí pónmelo- se refería al plug.
era cromado con un injerto de piedra tipo diamante en forma de ovalo. Mediano.
-Ino, primero tengo que estimularte, por que si no te va a doler-
Me preocupaba que la vieja se fuera a a lastimar. “Primero no dañar, reza un axioma de la Medicina”
así que las decenas de almohadas de su amplia cama las apilé y se tumbo boca abajo, con las piernas regordetas abiertas, me dejaba ver un ojete estriado, con algunos vellos, que ritmicamente se contraía. La bala estaba estaba en su concha con el control ahí saliendo entre sus piernas, un charco de jugo de vieja en su pubis. A veces las mujeres desafían hasta a la Biología.
Encendí el juguete, dio un sobresalto, potencia baja, ahora me ocuparía de su ano.
La muy puta me veía al voltear y sonreía, en ese momento no parecía de 64 años, la edad no importaba una mierda, era solo una mujer que quería ser complacida.
-Maxi, te mando un beso-
Torpemente no comprendí, hasta que vi que sus besos me los dedicaba con el ano, al apretarlo, lo toque como si fuera un botón, y no había mierda, introduje y lubrique con el envase que incluía la caja, un olor neutro. y comenze a meterle el mismo dedo que le había puesto en la pucha unos días antes, mi pito ahora si era duro, no bajaba.
Inocencia se revolcaba y gemía.
-Ay Ay, – -uff uff – decía esta puta artista, de la mamada.
La confianza me permitió montarme sobre sus nalgas, y amague con tocarle el ano con la punta del pene. al no decir nada, lo intente otra vez, solo sentí que apretó las nalgas. seguí con el dedo, mientras mi verga descansaba en una de sus nalgas, lo intente otra vez, saque el dedo, estaba limpio, y dirigí mi verga a su ojete. Al no cerrar ni apretar las nalgas, mi glande toco el ano.
-La verga NO cabrón!- Me sorprendí, así que retire todo intento.
-Usa esa madre-
Ahora está ya había sacado su modo ramera, así que furiosamente tomé el plug, lo lubrique y le escupí a su hoyo, si la puta hablaba como puta, había que tratarla como puta. Pensé.
Al escupirle escuche
-Ay si, cabrón, esooo chinga!-
así que le metí el plug sin avisarle, su ano estaba dilatado, y bien pudo haber recibido mi pito, pero la vieja quería usar ese trozo de metal cromado.
-AYY! – fue entre un aullido y un grito, no me preocupe de que alguien oyera a esta sucia perra.
No en esa casa antigua, al meterle el plug lo deje ahí. Ella gemía y bufaba, no me importaba si le habría dolido.
Como estaba tumbada en la cama perpendicular a está, su cabeza estaba al borde, así que me levante, y me dirigí con la verga dispuesta a enterrarla en su cara.
Al verla de frente su cara blanca se había tornado roja debajo de los ojos, y en el cuello, su boca era un orifico del cual seguía escurriendo saliva.
La tome por el pelo, y alce su cara, al verme no distinguí dolor, era puro gozo, puro placer anal, así que me encorve y ella hizo el gesto para besar, le metí un dedo a la boca y tire de el, se transformo en un hoyo, y le metí la verga.
Casi me raspa con sus dientes separados de enfrente, seguía con la mano tirando de su cara hacia arriba. Ella mamaba con los ojos cerrados, sin pensar le escupí en la cara.
Eso casi ocasiona que me corriera.
Ella tenía sus manos a los lados. Comencé a embestirla-
-Ahh como me lo mamas Ino- Que rico. Trataba de decir algo pero no comprendía. yo bombeaba más a su boca. De pronto se escucho un sonido parecido al de un p**o, así que tome del pelo a esta puta cerda, y le volví a escupir.
Empece a soltar vulgaridades.
-trágate mi verga, eres una puta, te gusta que te llene.-
Aprieta el culo, perra. y cosas así, nunca le había hablado así a una mujer, o a alguien ( ni siquiera en una ocasión,cuando perdí el juego, y mis amigos me contrataron a un transexual, que solo me lo mamo) mientras mi verga no podía más, libere toda mi leche.
mientras sentía desfallecer.
-AH, OHH, Si Ino-
Mi semen inundo su boca, aunque no supe si toda esa cantidad fue mía.
-Ah hija de tu puta madre- -ahh- y al decir eso, retiró mi pene entumecido de su boca.
-No me digas así, así me decía el, solo el, hazlo otra vez y se acabó-
Es una mujer con carácter.
No le puse atención pero esas palabras bajaron mi pene en segundos.
No sabía que hacer, si lo había arruinado o no. Pero pronto me dí cuenta que no fue así. Por que tomo mi verga ahora flácida, y volvió a olerla. Unos minutos más hasta que se dio la vuelta y se sacó la bala.
-Mijo, quitame eso de la cola, pero despacito cabrón, no me vayas a lastimar-
-Si señora- dije con tono estúpidamente infantil, y rodeé la cama.y sujete el plug con mis manos. y al extraerlo, de nuevo se tiró un p**o.
-Ahy !! Discúlpame Dr.cito- No cabe duda que esta señora tendría múltiples personalidades.
Lo termine de extraer, con el aroma característico del sexo anal. Lo puse donde antes estaban las almohadas. Ella se levanto y se fue a bañar-. Al caminar sus nalgas temblaban de arriba abajo.
Me quede como estúpido, desnudo, tenía un frió de los mil diablos, viendo al suelo y a los lados; con mi pene, lo veía ridículo, el bastardo había tenido lo que nunca creo que vuelva a tener, y en ese momento aunque flácido aun me punzaba. Vi la bala y una mancha donde habían escurrido sus jugos. Al salir, en un ademan para secar su pelo plateado, dijo
-Dr.cito, se queda o lo llevo-
No esperaba algo así.
-Puedo quedarme Inocencia? –
-Claro, aquí, pero ya vamos a dormir ehh ,ándale vete a bañar- Allí está todo.
Era como mi tía mayor, o no se que. Me sorprendí como me redujo en segundos de sentirme un semental, a un niño.
Me bañe, fue confortable.
Me metí a la cama desnudo. Me acerque a ella por detrás y me echo con un movimiento de hombros.
-Ya Dr.cito, ya terminó la consulta –
Conseguí dormir muy rápido, esa cama era bastante cómoda, ni siquiera pensé en lo que había sucedido días antes.
…
Lo dicho. Fue un gran año.