Sexo Húmedo
Sexo Húmedo
El agua estaba fresca, tranquila y cristalina; la cala aparecía ante nosotros límpida de cualquier rastro humano, el aire olía a yodo y se palpaba un relax ambiental. Natalia y yo nos miramos, cómplices, sabíamos lo que nos ofrecía el lugar… de la mano entramos en el agua sonriendo… estábamos tan calientes que el contacto con el agua apenas lo notábamos… Nos abrazamos desnudos, mi lengua entró en su boca y comenzamos un baile erótico, sensual.. nuestras lenguas se abrazaban, se despegaban volviéndose a acariciar de nuevo, me deslizaba entre sus dientes, labios…. su sabor..su saliva me excitaba, mientras notaba como con su mano me iba tocando la polla que había comenzado a levantarse… sentía su contacto mientras yo no dejaba de acariciar sus redondas y suaves nalgas. En un momento, entre unas rocas, vislumbré una roca plana y grande… Natalia acababa de saltar sobre mí abrazándome y mientras me daba un beso largo y profundo noté como mi polla, ya erecta, comenzaba a entrar en su coño guiada por sus labios suaves y carnosos. Su interior era cálido y terso, con sus movimientos de sube y baja logró que entrara completamente llegando a notar mis huevos como tocaban en su entrada. En esa posición, andando con mi amor encima, me dirigí hacia la roca plana, me parecía un lugar que ofrecía mucho morbo . Me tumbé en ella, siguiéndome Natalia, que luchaba por que mi polla no abandonara su cálida retención. Y así, logrando su propósito, empezamos una cópula vigorosa… notaba como ardía de pasión su coño mientras un fluido claro y maravilloso caía y resbalaba sobre mis huevos… de repente noté como comenzaba su éxtasis amoroso, temblaba y gemía, la expresión de su cara me excitaba más y más …
-Juan, cariño… me cooorrro…. ufffff….
– toma polla, amor, toda tuya….
-dámela entera ya….
-toma cariño, ¡toma!
Trataba de contener mi eyaculación para más tarde … lográndolo … “por los pelos”, quería antes, absorber y disfrutar del dulce néctar que Natalia había soltado durante su orgasmo. Así, se dió la vuelta y colocó su coño sobre mi boca soltando todo su líquido suave y dulce en mi boca que yo saboreaba gustosamente con detenimiento … mientras, noté como su mano cogía mi polla comenzando a succionar mi glande mientras su lengua abría mi uretra desde donde absorbía el líquido seminal previo a la eyaculación que estaba preparándose …. seguimos un buen rato en ese bendito 69, disfrutando …Natalia chupaba mi polla en toda su longitud recreándose en el glande sonrosado y suave… gemía de placer mientras yo tenía mi lengua dentro de su coño, había disfrutado de su corrida anterior y su vagina seguía húmeda, suave como la piel de un bebé…. pasé mi lengua a su ano, lamiendo con suavidad su entrada que poco a poco fue dilatándose permitiendo mi entrada a su interior hasta que prácticamente mi lengua estuvo dentro, iniciándose entonces un movimiento de vaivén que iba excitando a mi pareja hasta el punto que comenzó a incrementar sus gemidos acompañándolos de un temblor que anunciaba su inminente orgasmo…
-méteme toda tu lengua cariño… asi… sigue .. no pares… me corrooo… ufffff!!!
Fue en ese momento, cuando mi excitación ante la visión del ano de Natalia tan dilatado y notando como me absorbía mi polla entera … no pude más … exploté con un chorro de cálido y suave semen dentro de su boca que agradeció relamiéndose de placer y recogiendo las pequeñas gotas que sobresalían de sus comisuras con los dedos, llevándoselas y restregándoselas por el coño mientras yo, dada mi posición, veía con suma excitación, mientras disfrutaba de sus lametones a mis últimos estertores seminales.
-Gracias amor… me dejaste la polla seca… ¡qué placer! …todo para ti cariño …
-siiii… me encanta tu leche … la necesito …
Fue entonces, cuando al levantarnos vimos como unas gotas de semen, que caían de los pezones aún erectos de Natalia y entraban en el agua fresca mientras unos pequeños pececillos daban cuenta y participaban, cómplices testigos de nuestro polvo en aquel entorno paradisiaco… nos miramos y sonriendo nos metimos en el agua, abrazados nos dirigimos a la orilla donde nos desplomamos uno sobre otro dentro del bucle de un beso interminable como colofón a uno de nuestros tórridos encuentros veraniegos….
¡Bendita sea!!