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Una Excelente NocheBuena!!!!

Amateur

Una Excelente NocheBuena!!!!
UNA NOCHEBUENA MUY BUENA!!

Somos una pareja de La Paz Bolivia, yo soy una mujer paceña sencilla y modesta, pero poco a poco fui descubriendo que en lo sexual, dentro de mí había una mujer totalmente distinta que yo ignoraba y desconocía, gracias a mi pareja fui dejando salir una faceta de mi propia personalidad muy morbosa y fogosa en la cama que no había conocido mi experimentado aún, además de ver que yo soy una mujer muy golosa y atrevida cuando estoy muy excitada, al momento de este relato tengo 27 años, mido 1.60 aproximadamente, soy de complexión delgada, figura curvilínea, tez blanca, cabellos castaños oscuros, ojos cafés, senos pequeños pero con pezones grandes de color marrón o como mi esposo me dice muy ricos para chuparlos, deliciosos para mordisquearlos e ideales para meterlos enteritos a la boquita, pero lo que vuelve loco a mi esposo y también porque no decirlo a muchos otros es mi colita que modestia aparte siempre se les hace agua a la boca a los hombres cuando voy por la calle con un jean ajustado, una calza pegadita o alguna minifalda, ya que está bien redondita y rellena, mi esposo nunca deja de manoseármelo y tocarlo cada que tiene oportunidad.

La verdad es que en un principio las cosas que mi esposo me proponía a realizar, ni siquiera me las había imaginado, hacer intercambios de parejas o hacerlo yo sola con dos, tres o más hombres al mismo tiempo, es algo que estaba fuera de mis preferencias, fantasías o incluso pensamientos o por lo menos eso pensaba yo.

Llegaba a pensar que nunca iba a escribir un relato tan excitante como los que comencé a leer en estas páginas, pero aquí estoy ahora describiendo mi propia historia que espero llegue a excitarlos tanto con tan solo leerla, así como me excito a mí el vivirla primero y ahora escribirla para deleite de ustedes.

Todo empezó una noche en la que estábamos mirando una película pornográfica, en la cual solamente se veían escenas de Dobles Penetraciones, nos empezamos a calentar viendo aquello, esa noche fue intensa fue de ahí que surgió la idea de hacer un trío HMH y decidimos invitar a una persona totalmente desconocida para que pudiera acompañarnos y disfrutar de aquella fantasía por demás deliciosa, así que pusimos nuestro anuncio en distintas páginas de Internet. Respondieron muchísimos, llegaron a abrumarnos con sus respuestas, pero nada de nuestro agrado en un principio, tanto así que dejamos la idea de lado por un buen tiempo. Pero el deseo de realizar aquella fantasía seguía muy latente cuando hacíamos el Amor, decidimos intentarlos nuevamente, así que esta vez mi marido propuso ocuparse de hacer los contactos ya que una de las muchas fantasía que había surgido en mí era esa, que en un encuentro común de esos que mi marido tenia con sus amigos los fines de semana para ir a compartir unos tragos, me invitara a acompañarlos, a provocarlos de manera sutil y poco a poco ver si ellos guiados por el efecto de la bebida y la provocación mía, se animaban a aprovecharse de mí y cogerme al mismo tiempo.

Una tarde en la víspera de navidad mi marido me invito a salir yo no quería pero el insistió mucho, yo no tenía ni idea de lo que pasaría después, entramos a la ducha juntitos, allá me hizo el amor muy apasionadamente, se lo notaba muy excitado y ansioso, ni me imaginaba lo que él tenía preparado para mí esa misma noche, antes de salir de la ducha me dijo que me rasurara completamente mi vaginita, que esa noche iba a ser inolvidable y así lo hice me rasure casi todo mi pubis solo deje una pequeña línea de bellos al igual que él.

Luego nos vestimos y el insistió en sugerirme que usara unas prendas muy sexys, se puso a escoger personalmente la ropa interior que llevaría puesta esa noche, tomo un conjuntito negro, la tanga que se amarraba por los costados y el sostén también que se amarra por los costados y por detrás, como es típico de esta ciudad aquella noche estaba haciendo mucho frío así que yo decidí ponerme encima un top de color celeste y un pantalón blanco muy ceñido un tanto transparente que dejaba ver a la perfección la ropa interior que llevaba puesta, eso a él le encanta, le fascina ver que otros hombres me anden mirando con detenimiento, babeando detrás de mí, antojándose mi cuerpo desnudo solo para ellos, desnudándome con la mirada, de seguro imaginándose situaciones muy morbosas conmigo y sobretodo apreciando cada detalle del trasero tan delicioso que tengo… me puse también una chamarra para abrigarme un poco e inmediatamente salimos.

Tomamos un taxi y nos dirigimos rumbo a la Calle Potosí, a un lugar llamado Centro Cultural Khana, estaba repleto, de inmediato yo sentía la mirada lasciva de los hombres que se encontraban allí sobre mi cuerpo, lo que me puso muy caliente, para fortuna encontramos una mesa en el fondo, nos sentamos y pedimos unas bebidas, algunos ya un poco más embriagados no dejaban de mirarme con descaro, nos pusimos a beber y a bailar un poco, aunque yo seguía siendo el blanco de las miradas de varios que bailan alrededor nuestro, incluso por el lleno del local sentí alguna que otra mano osada sobre mis piernas y nalgas, aprovechando la luz tenue y que todos estaban un tanto apretujados sobre la pista de baile, pese a que es una situación incómoda no pude evitar el calentarme con todo aquello, luego de una media hora mi esposo se fue para el baño, dejándome sola en la mesa, no falto alguno que se acerco a querer ofrecerme un trago con intenciones más lujuriosas, pero solo lo rechace, al volver mi esposo regreso con un amigo, con el que supuestamente no se veían desde hace mucho tiempo atrás, él ya un poco ebrio, quiso invitarnos un par de tragos más para celebrar el supuesto reencuentro, mi esposo de inmediato acepto la oferta, entonces el se sentó en nuestra mesa a compartir la víspera de navidad arguyendo que estaba solo ahí y que sus amigos le habían fallado ya que nunca aparecieron.

Pasamos un buen rato en ese local bailando yo con ambos, charlando, riendo y bebiendo, aunque yo bebía con mucha cautela poquito a poquito, aunque la verdad de igual forma, ya se me estaba subiendo a la cabeza ya que no soy buena bebedora, charlábamos de todo un poco, ya comenzábamos a reírnos ce cualquier tontería y los ánimos empezaban a calentarse especialmente en mí especialmente por todo lo ocurrido anteriormente, decidimos irnos los tres juntos, pero ya estando afuera el aire frío hizo que me sintiera mas borracha aún, así que ni me di cuenta de por dónde iba, yo arrimada a mi esposo solo veía que ellos charlaban de a donde iríamos a continuar la noche y compraban mas bebidas, luego de un rato de charlas y decisiones nos fuimos caminando por las calles, mi marido me abrazaba y me sostenía al mismo tiempo, ya que me daba vueltas la cabeza, además que caminaba un tanto zigzagueante… bueno en eso llegamos a inmediaciones de la calle murillo, vi a su amigo entrar en una Residencial allá por la calle Tarija, pensé que allí se alojaba o algo parecido, pero al rato salió muy contento y nos invito a pasar, a mi todo aquello me parecía muy extraño pero pensé que solo era para continuar la jarana, que solo acompañaríamos a su amigo para no dejarlo solito en víspera de navidad, nos distraeríamos un rato más tal vez yo me quedaría dormida y ellos continuar su festejo, así que entramos a una habitación no muy grande pero muy acogedora con una sola cama grande en medio y música ambiental muy sexy, nos sentamos sobre ella y el empezó a preparar las bebidas para no perder la algarabía.

Yo empecé a ponerme un poco nerviosa ya que me pareció muy sospechoso toda aquella situación, ya que antes no habíamos hecho aquello con nadie, ni acompañarlo y menos entrar a una residencial a seguir bebiendo, más aún con la cama grande ahí, la habitación solo para nosotros tres, bebidas para continuar la noche, miradas de complicidad entre ellos, también ellos denotaban algo de nerviosismo, se les veía algo ansiosos y a la vez inquietos, yo que por petición de mi marido estaba recién rasuradita, con ropa muy provocativa como para una ocasión muy sexual, además de las palabras que me dijo antes de salir, en ese instante algo me hizo presentir lo que podía pasarme luego y de solo pensarlo un frío helado recorrió toda mi espalda, lo más extraño para mi, fue que comencé a excitarme con ese pensamiento y sentía como dentro de mí empezaba a calentarse todo mi ser, decidí ir al baño para refrescarme un poco y sacarme esas locas ideas que cruzaron por mi mente, pero no pude incorporarme bien así que me acompaño mi marido, lo sentía muy nervioso y ansioso al igual que yo, luego de un rato volvimos a la habitación. Ya en ella su amigo estaba esperándonos, se le notaba ya que estaba muy excitado además de expectante y ansioso de lo que estaba pasando, él ahora me acosaba con sus ojos de manera descarada, era ya muy obvio lo que sucedería entre los tres aquella noche en ese cuarto, se le veía en los ojos y el rostro que se moría de ganas por desnudarme, manosearme y cogerme, compartirme toda con mi marido, el trataba de disimularlo también y decidió ir al baño, tal vez a refrescarse un poco, dejándonos solitos un momento, mi marido en su borrachera y calentura ya me desnudaba con solo su mirada y se notaba que estaba muy excitado con la situación, volvió el amigo y nos dijo que jugáramos algo, mi marido comedido como es él lo apoyo.

Yo en ese momento estaba muy confundida y nerviosa, la cabeza me daba vueltas, pero también sentía como la excitación en mi subía lentamente al imaginarme lo que podía pasar, sentía que mi rostro estaba enrojecido por el calor que nacía dentro mío, la fantasía que tanto habíamos imaginado, planeado y que yo tanto había deseado al parecer se estaba por plasmar, no solo iba a quedarse como una utopía.

Ellos decidieron entonces jugar a la botella y con unas penitencias que estaban un poco subiditas de tono, cosas como, tomar un vaso en seco, quitarnos prendas, besos, bailes sexys y con striptease incluido… en fin, los tres nos pusimos de acuerdo así que empezamos a jugar, yo perdí la cabeza en ese momento, acepte y cumplí sin reclamar todas las penitencias que me tocaban al igual que ellos, cosa que yo en otras fiestas, claro no de esta clase, nunca había querido cumplir o las cumplía a medias o a regañadientes, pero en esta ocasión no dije ni una sola palabra, simplemente me levantaba y las realizaba, fue extraño para mi sentirme así de abierta y desinhibida bajo aquella situación. Al empezar parecía que yo estaba ganando y disfrutaba como ellos se quitaban las prendas delante de mí, además de que me daban la oportunidad de escoger la prenda que yo quería que se quiten para mí, eso me puso más caliente y me hizo sentir muy atrevida, aunque debo reconocer que la parte más rica fue cuando le pedí a su amigo que se quitara su calzoncillo, el sin inmutarse se levantó y comenzó por quitarse el pantalón, yo no pude evitar quitar la vista de su área intima, pude notar al instante que visiblemente él ya traía muy mojada su ropa interior, además pude observar cómo se notaba ya que él traía una deliciosa erección además de un miembro muy generoso, seguramente por la excitación del momento, tal vez pensando en lo que él ansiaba hacerme o en lo que me esperaba después de parte de los dos en aquella habitación, me exalte más aún cuando él se dispuso a quitarse la única prenda que le quedaba, se acercó un poco hacia mí moviendo las caderas lentamente para provocarme aún más, comenzó a jalar de la prenda que había pedido en la penitencia y descubrir de a poco lo que tenía guardado detrás de ella para mí, yo no podía quitarle la vista de encima, tenía los ojos bien abiertos sin perderme detalle alguno, se fue descubriendo una mata de bello negro un tanto frondoso que asilaba a un pene grueso, largo, jugoso, de repente cuando termino de jalar su prenda hacía abajo liberando por completo a aquel pene delicioso brinco frente a mí casi golpeándome en el rostro, no pude evitar sonrojarme, pero más aún excitarme con aquella exquisita visión, mi cuerpo se calentó al extremo, mi vagina estaba ya chorreando, tuve por un momento el impulso de querer agarrarlo con fuerza entre mis manos para sentir su dureza, su calentura, una oleada de pensamientos pasaron por mi cabeza, hasta ese momento no había visto más que el miembro de mi marido en nuestras noches apasionadas, me puse a pensar si todo aquello iba a poder entrar en mí, si me lastimaría, como se sentiría ya que se notaba que era mucho más grande que el que ya conocía, era demasiado morbosa toda la situación que estaba viviendo, entonces él se vino a sentar a mi lado para continuar el juego, ahora era el turno de mi marido para quitarse también la única prenda que impedía deleitarme con su desnudez, se quito el calzoncillo bailando delante de los dos, aunque al amigo ciertamente le interesaba más abalanzarse sobre mi cuerpo porque pude sentir sus manos curioseando sobre mi espalda y mis piernas, mientras yo observaba la danza provocativa de mi marido vi como su miembro también estaba totalmente erguido y su ropa muy mojada, veía como nuestro amigo se excitaba mirándome con lujuria y yo empezaba de manera muy morbosa a imaginarme lo que me harían después, junto a ese pensamiento un estremecimiento intenso paso por todo mi cuerpo, no podía creer como para ese momento mi vagina estaba completamente húmeda y chorreando de fluidos, sentía como mi ropa interior se empapaba completamente, aquella tanga tan delgadita que llevaba puesta se me metía en la rajita más y más a causa de la humedad, era algo totalmente nuevo, pero más que todo muy erótico para mí.

Hasta ese momento a mí solo me habían tocado cumplir dos penitencias, una fue el tomar un vaso lleno seco y la otra sacarme de manera sensual la chamarra que llevaba esa noche, es decir, que yo aún estaba con mucha ropa encima, en cambio ellos ya estaban técnicamente desnudos, con sus sexos expuestos, deliciosamente enhiestos, visibles por completo a los vistazos morbosos que yo les dedicaba de momento en momento, a ellos solo les quedaban puestas las medias después de haber perdido de manera continua, pude notar que ellos al estar perdiendo y de tan excitados que se encontraban, se pusieron de acuerdo solo con una mirada picaresca para hacerme caer, para eso ellos propusieron aumentar dos penitencias una de ellas era perder dos prendas al mismo tiempo y la otra era chupar cualquier parte del cuerpo de otro del sexo opuesto e invitar al tercero a hacer lo mismo en la parte que se le indique por el tiempo que el penitente sintiera satisfacción, me parecieron dos penitencias demasiado locas pero muy excitantes así que las acepte con mucho nerviosismo, supuse que desde ese momento se me acabaría la suerte, aunque la verdad era que yo también estaba ya muy excitada y ansiaba que se me acabara para poder iniciar algo aún más excitante, en breve como lo predije perdí esa ronda, me puse muy caliente mientras ellos escogían el castigo que me tocaba ejecutar, eligieron la primera penitencia así que me toco a mi despojarme de dos de mis prendas con la nueva penitencia que agregaron, me puse de pie, me puse frente a ellos, mientras los ojos brillosos de ellos recorrían toda mi anatomía, reflejaban ansiedad porque descubriera mi piel, porque desnudara mi cuerpo para su deleite, pero antes de que comenzara con la penitencia mi marido propuso que yo no me las sacara sino que ellos mismos me las sacarían, a lo que accedí gustosa, entonces me acerque a ellos de manera sensual, ellos me tomaron de las manos, se levantaron ambos al mismo tiempo y se acercaron también lentamente hacia mí, se colocaron uno delante y el otro detrás mío, yo ardía internamente al sentirme en medio de dos hombres completamente excitados, deliciosamente desnudos, pero sobre todo con unas ganas locas de arrancarme la ropa de manera desenfrenada y cogerme en el acto como ellos quisieran, como se les antojara, se apretujaron ambos contra mi cuerpo, ahí pude sentir sus penes muy duros y palpitantes a través de mí ropa que aún les impedía rozar mi piel, bailamos un momento sincronizados los tres muy suavemente mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo, mi marido que estaba delante mío me acariciaba los senos y me besaba muy apasionadamente desde la boca hasta el cuello, mientras nuestro amigo que estaba detrás de mi deslizó sus manos suavemente por toda mi silueta, luego por mi cintura con destino al broche de mi pantalón, de inmediato comenzó a desabrocharlo bajo un poco más sus manos y se dispuso a abrir mi cremallera, metió sus manos debajo de la tela del pantalón para acariciar y deleitarse con mi piel erizada por la sensaciones que me estaban haciendo propinando ambos, luego comenzó lentamente a tirar más hacia abajo de mi pantalón, mientras lo hacía se detenía a paso para acariciar y manosear cada parte de mi cuerpo que exponía en su trayecto, se detuvo un momento cuando pudo desnudar mi colita, se dedico a acariciándome con todas sus ansias, luego me sobo el estomago con la firme intención de meter su mano debajo de la tela de mi tanguita, mientras me besaba el cuello por detrás haciéndome sentir su ansiedad, mi marido se apartó un poco para tomar mi top y sacármelo, mientras nuestro amigo se ponía de rodillas por detrás de mí, tenía frente a él y a su entera disposición mi colita descubierta con solo la tanga metida entre mis nalgas, aprovecho obviamente para acariciar, lamer y besar mis piernas y por su puesto mis nalgas en el trayecto antes de terminar de sacarme el pantalón, esa sensación fue algo muy rico, sentirme atrapada de esa manera entre dos hombres con ganas de todo conmigo, sentir como ambos me desnudaban por completo, mientras yo me sentía completamente entregada y dispuesta a todo con ellos.

Todo aquello me puso extremadamente caliente, así que para disimular un poco me aparté de ellos, diciéndoles que ya se había cumplido el tiempo de la penitencia, me senté y ellos lo hicieron también, yo de reojo miraba sus penes que estaban muy erguidos y al igual que yo chorreándose de fluidos, fue una deliciosa vista, mientras yo estaba distraída con esa vista mi marido hizo girar rápidamente la botella y casualmente o tal vez a propósito me volvió a tocar, así que esta vez pidieron que me sacara todo lo que me quedaba de ropa bailando muy atrevidamente para el deleite de los ojos de ambos, ellos contribuyeron también con sus medias para que así los tres quedáramos a la par totalmente desnudos, a estas alturas yo estaba morbosamente excitada, ansiosa y deseosa de vivir aquella experiencia, plasmar aquella fantasía deliciosa, de que esos dos hombres me cogieran de la manera que a ellos se les imaginara, así que inmediatamente me volvía levantar, me saque los zapatos de tacón que llevaba seguidos por las medias, me di la vuelta, mientras las ansias y el deseo se apoderaron de mi cuerpo haciéndome bailar provocadoramente frente a ellos, se notaba que ellos debieron estar muy complacidos con la vista grandiosa del movimiento de mis caderas, mientras con cada movimiento mi tanga se introducía más entre mis nalgas jugosas, redonditas y deliciosas, al darme la vuelta pude ver como ellos se babeaban por aquella situación, sentía que querían abalanzarse sobre ellas y mordisquearlas, no quise parar de provocarlos así que me di la vuelta rápidamente desaté el brasier y lo lance sobre ellos, exponiendo mis senos para ellos, dejándoles apreciarlos, mostrando la dureza de mis pezones, me acerqué un poco y les ofrecí desatar a cada uno los tiritos de mi tanga con sus bocas, mientras yo continuaba meciendo mis caderas de manera sensual y provocativa, ellos con gusto se fueron acercando para hacerlo, cada uno de ellos puso una mano sobre mis nalgas acariciándolas con descaro, mientras con su otra mano me acariciaban los senos y las piernas, luego a la par ambos acercaron sus bocas a los tiros de mi tanga y sujetándolos con sus dientes tiraron de ellos, mi tanga por el movimiento cadencioso de mis caderas cayó suavemente, dejándome al instante toda desnuda para la vista de ambos, nuestro amigo no paraba de recorrer con sus ojos todo mi cuerpo y sus formas, podía notársele más ansioso, nervioso, deseoso e inquieto que antes, mi esposo recogió la tanguita, la tomo entre sus manos y se la llevó a la nariz para apreciar el aroma que expelía la prenda al estar en contacto íntimo con mi vagina llena de deseo e impregnándola toda desde lo más profundo de mi sexo…

Se notaba que los tres estábamos muy excitados y calientes, mi esposo se quedo con la prenda y continuaba oliéndola, al hacer esto percibió que la tanguita en el lugar en que se asienta sobre mi rajita se encontraba en extremo humedecida, esto al parecer lo excito aún más, al levantar la cabeza sus ojitos brillaban de lujuria, me senté nuevamente en medio de ellos, solo para dejarlos así con la excitación a flor de piel, ahora ya completamente desnudos los tres sobre la cama, así que sin perder más tiempo ellos se apresuraron a girar nuevamente la botella, pero esta vez le cayó la penitencia a mi marido, se notaba que él se encontraba muy excitado por lo que momento antes pudo apreciar de mi tanguita, propuso ponerse el mismo una penitencia, así que eligió la segunda, inmediatamente invito a nuestro amigo a hacer lo mismo que él realizará, se fue acercando lentamente con la boca entreabierta hacia uno de mis senos y nuestro amigo al ver esto sin dudarlo hizo lo mismo, mis pezones ya endurecidos de tanta excitación, cuando entraron en contacto con la humedad, el calor de los labios y lengua de ambos, hicieron que se me erizara la piel nuevamente, no me acuerdo exactamente qué fue lo que sucedió conmigo en ese momento, pero el morbo me venció totalmente, se apoderó por completo de mí, además de que las bebidas que ya había ingerido hasta esa hora hacían muy bien su trabajo aumentando a tope las sensaciones que estaba experimentando todo mi cuerpo, todo eso hizo que yo consiente o subconscientemente me entregara al placer, todo mi cuerpo se relajó y suavemente me fui recostando sobre la cama, como en un acto reflejo de la más experta abrí completamente las piernas, dejando expuesto mi sexo para los deseos de ellos, entregada por completo a los ímpetus más morbosos de ambos, sentía como ambos alternadamente empezaban a chuparme los senos de forma lujuriosa, mientras con sus manos recorrían cada rincón de mi cuerpo desnudo, especialmente las manos de nuestro amigo invitado que osadamente y sin descaro tocaba mi sexo, introducía con facilidad sus dedos dentro de mi vagina, los llevaba a mis senos, los metía a mi boca, los lamía y volvía a llevarlos dentro mío, sentía que los dos estaban devorándome, querían montarse sobre mí, hacerme suya, yo quería continuar con las penitencias para hacer más morbosa aún la experiencia y decía:

– Ya suficiente, paren… continuemos jugando…

Quise apartarme de ellos como lo había hecho antes, para continuar provocándolos con las penitencias, pero ellos ya guiados por su excitación no me oían para nada, mi maridito puso su mano sobre mi pecho para evitar que me sentara de nuevo y que ya no los dejara con las ganas, como era la primera vez que hacía algo así en mi interior había un conflicto de querer y no querer ceder, pero al verme ahí aprisionada, a merced de ambos, después de un momento yo ya no pude resistirme más, mi cuerpo no intentó levantarse nuevamente, mi cabeza se lleno de placer, me deje llevar entera presa del morbo, deje que ellos hicieran lo que desearan conmigo, me entregue por completo a lo que se diera, ellos se dieron cuenta de lo que yo deseaba ya, entonces mi marido beso a beso se fue acercando a mi sexo y comenzó a lamerlo, chuparlo y mordisquearlo con la punta de su lengua me acariciaba el clítoris muy suavemente, mientras nuestro amigo también degustaba deliciosamente de mis senos, yo casi me corrí de placer disfrutando de cada sensación que me estaban regalando, luego de un momento mi marido volvió a chuparme los senos, mientras aprovechándose de mí nuestro amigo me tocaba sin descaros, me metía sus dedos en la vagina y dejaba que se empaparan en mis fluidos, sentía a momentos que mi marido también hacía lo mismo con sus dedos, al momento percibí que nuestro amigo se abalanzó sobre mi sexo para chupar todos los fluidos que de mí salían, fue algo sabroso, sentía sus bocas sobre mi cuerpo devorándome completita, estaban haciendo que me sumiera aún más en la excitación, sin pudor alguno ambos recorrían todos los resquicios de mi cuerpo desnudo con sus manos, dedos, lenguas y bocas, estaba totalmente enloquecida del morbo.

En un instante de esos mi marido se levantó de la cama y se dirigió al velador dejándome sola a merced de nuestro amigo, él rápidamente sin preguntas siquiera aprovechó la oportunidad y sin dudarlo se puso de cuclillas frente a mí, pude observar de cerca en ese instante como agarrando con una mano su miembro mucho más grueso y sobre todo mucho más largo que el de mi marido frotaba su gorda cabeza contra los labios de mi vagina, disponiéndose a cogerme y hacerme suya, a esto mi vagina respondió con una contracción muy deliciosa de ansiedad por sentir todo aquello, lentamente me hizo abrir más las piernas, acomodo friccionando su pene entre los labios de mi coñito, con sus manos me agarró fuertemente de las nalgas, me jalo contra su cuerpo, quedando yo por debajo de él a su requerimiento, ambos completamente desnudos y en extremo calientes, yo no hice más que abrir bien las piernas esperando lo inevitable ya, con leves movimientos de su cadera comenzó a rozar repetidas veces la entrada de mi sexo con su gran pene, al poco rato se humedeció muchísimo con los fluidos que salían de mi vagina, nuevamente tomo con una mano su rico y apetitoso pene endurecido como una roca de tanto morbo, inmediatamente supe que él estaba listo y deseoso de hacerme toda suya, mis piernas temblaban, con mis manos apretaba las sabanas, me sentía como una chiquilla en su primera experiencia sexual, entonces él abrió delicadamente mis labios vaginales y colocó la cabeza de su miembro suavemente en la entrada de mi vagina, la sentí completamente inflamada a punto de reventar de deseo… Hundía mi cabeza sobre la cama y solo atine a cerrar los ojos dispuesta a ser penetrada maliciosamente por aquel amigo desconocido, aquel momento pasaba en cámara lenta, parecía ser eterno, entreabrí por un momento los ojos y vi a mi marido parado a un costado de la cama, con su celular en mano para registrar el momento exacto en que me convertiría en una Putita, al mismo tiempo estaba observando entretenido sin perderse detalle alguno, muy excitado con su pene erguido y chorreando de la excitación, como nuestro amigo estaba sobre mi cuerpo agarrando su pene para dirigirlo hacia mi sexo, penetrarme y hacerme su perra, como su mujercita abría bien las piernas, para dejar penetrar todo aquel pene exquisito, como todo su ser esperaba con ansiedad el convertirse en una Puta sin remedio, sin hacerse esperar nuestro amigo empezó a empujar firmemente su miembro durísimo contra mi sexo, sentí como mi vagina se iba abriendo, adaptando a la nueva forma, grosor y tamaño, sentí como nuestro amigo presionando fuertemente me la metió entera de un solo golpe hasta tocar fondo, un grito fuerte salió de muy dentro mío cuando entro toda, me sentía completamente llena, sentía el calor extremo al contacto de su pene con mi vagina y sus testículos ardiendo en contacto con mi colita, sentía como lo tenía en toda su extensión muy dentro mío, lo sentí en extremo delicioso y más aún porque hasta ese momento es que pude advertir y darme cuenta de que él no estaba usando preservativo, estábamos en contacto absoluto, desnudos por fuera y por dentro, piel con piel, mezclando nuestros fluidos, con todo esto mi vagina respondió humedeciéndose descontroladamente, acaso importaba ya, pues yo estaba sumida en el placer que me estaba propinando aquel pene desconocido, no le iba a decir que se lo pusiera y arruinar el momento tan exquisito que estaba experimentando, para mí fue una situación más morbosa aún, ya que mi esposo observaba como me dejaba coger por nuestro amigo de esa manera sin reclamo alguno, él solo atinaba a sacar fotos del miembro de nuestro amigo entrando y saliendo brillando de mojado de mi vagina, fotos que de seguro tomaba para recordar cada momento vivido y excitarse de nuevo recordando gráficamente con ver lo Puta que fue su mujercita con otro hombre.

Nosotros mientras tanto continuábamos manteniendo relaciones sexuales de una manera muy sucia, ambos nos movíamos con desenfreno, lo que me pareció muy extraño de mi parte ya que mi cuerpo parecía actuar solo, él me penetraba muy fuerte y luego disminuía el ritmo, sentía su cuerpo desnudo ardiendo de placer sobre el mío también desnudo y ardiendo de gusto, por nuestra piel comenzaban a correr gotas de sudor, lo que hacía que estuviéramos aún más mojados, yo disfrutaba como loca de su pene más grueso y largo, disfrutaba como llenaba todo dentro mío, mojaba toda la piel de su miembro mientras entraba y salía de mi sexo, sentía como mi vagina se tragaba completo aquel pedazo de carne deliciosa, sin distinguir si era desconocida o no, dentro de mis entrañas se entremezclaban sus fluidos con los míos en gran cantidad y eso facilitaba aún más la penetración, se sentía todo absolutamente jugoso entre los dos, ya que hasta ese momento solo había probado el pene de mi esposo, solo él me había penetrado, él se había llevado mi inocencia años atrás, hasta ese momento yo no había conocido aparte de él de esta manera a otro hombre ni menos aún otro pene igual de goloso, así como tampoco sabía que habían placeres tan prohibidos y a la vez tan deliciosos, un dulzor igual o mayor provocado por la lascivia de ser infiel, lo que aumentaba aún más el placer era estar frente a la mirada atenta de quien me hacía el amor noche tras noche, sentir un pene extraño y no poder evitar sentir un abanico de sensaciones totalmente nuevas y cargadas de placer con un hombre totalmente desconocido, sobretodo completamente desnudo en todo sentido, una forma diferente, un placer riquísimo, una dureza y deseo diferentes, una nueva manera exquisita de moverse, de hacerlo, de disfrutarlo, realmente fue todo exquisitamente intenso y sabroso.

A momentos yo buscaba con la mirada por la habitación a mi marido y lo encontraba a él disfrutando del momento solo observándonos, más precisamente mirándome a mi disfrutando como una verdadera Puta de aquella cogida deliciosa que me estaba dando nuestro amigo, tomaba fotografías en todas las poses y direcciones que podía, a momentos se me perdía de mi vista y lo volvía a encontrar por detrás de nosotros, seguramente queriendo observar con lujo de detalles lo más cerca que podía, como aquel delicioso pene, del amigo que el mismo me había presentado, entraba y salía de mis entrañas, eso provocaba aún más excitación en mí, sentía también como ese pene riquísimo dentro de mi vagina estaba aprovechándose de mí por completo, percibía como sus manos recorrían todo mi cuerpo desnudo, con los dientes me mordía los pezones, los succionaba con brío, los apretaba y se los metía a la boca, empezaba a calentarme más y más, por largos instantes olvidaba que estaba allí junto a mi esposo, presa del morbo y el deseo yo también empezaba a tocar, a experimentar todo el cuerpo desnudo de aquel amigo desconocido, de su pene jugoso y goloso, sentía como rebotaban contra mis nalgas sus testículos con cada embestida, eso le agregaba más morbo a la situación ya que su exquisito pene estaba penetrando en toda su integridad muy dentro de mi ser, en lo más profundo de mi, tocando lo más exquisito de mi sexo y eso me ponía más ardiente ya que tocaba dentro mío otras partes que habían estado totalmente inexploradas hasta esa noche, se friccionaba deliciosamente su carne contra la mía y la vagina se me humedecía sin control por tanto estímulo recibido, fue tanta la excitación que me producía todo aquel exquisito pedazo de carne roja, caliente, golosa, morbosa, jugosa e indecente, que no pude aguantarme el correrme desenfrenadamente sobre toda la deliciosa extensión del pene de aquel amigo extraño, bañe completamente aquel pedazo de carne con mis fluidos en extremo calientes, los músculos de mi vagina se contraían sin control alguno de manera muy deliciosa, gemía como toda una Puta, entonces escuche a mi esposo decirme al oído:

– Te gusta Amor
– Si – decía yo – Mucho, ¡¡ah!! Esta muy rica la verga de tu amigo
– ¿Así?, disfrútala Bebe es toda tuya, completita para ti, te la traje pensando en ti, ahora déjate coger como la Puta que eres, disfruta de las sensaciones
– Si, si ¡¡ah!! lo haré ¡¡Soy una Puta, una Perra!!
– ¿Te gusta mi mujer? – le dijo a su amigo
– Sí, me encanta, es una Perra, que Rico Culo tiene y que estrecha esta
– Te dije que era muy arrecha y que estaba muy deliciosa
– Si ya veo, mira como disfruta que se la cojan, que afortunado eres de tener una Puta de esta calidad en casa…
– Gracias, ahora disfrútala como gustes, cométela y tíratela, que goce y disfrute como una Puta…
Haz que se corra una y otra vez como una Perra
– Claro que si eso tenlo por seguro…

Mi marido comenzó a comerme la boca mientras yo gemía como una zorra disfrutando de ambos, luego de un rato de estar recibiendo tremenda cogida, mi marido le dijo a nuestro amigo que se echara sobre la cama y el sin preguntar ni esperar un momento lo hizo así, me abrazo cálidamente, me ayudo a levantarme ya que yo para ese entonces ya no tenía fuerzas necesarias para hacerlo por mi cuenta, en parte por las bebidas que había consumido y por otra también porque mis piernas no paraban de temblar de tanto placer, él hizo que me pusiera de pie y luego me dijo que me subiera encima de nuestro amigo, a lo que yo accedí sin reparo alguno, de pie sobre la cama el observaba con atención todo mi cuerpo desnudo ante él y yo el suyo con su pene aún erguido, ansioso se continuar en contacto con mi vagina jugosa, pero antes quise saciar mi lujuria haciendo algo que había imaginado desde las penitencias, entonces fui inclinándome frente a él, agarre su pene para luego metérmelo completo a la boca y chuparlo frenéticamente mientras el aprovechaba de manosear mi trasero, metía sus dedos en mi vagina todo lo que podía y los sacaba empapadísimos de mis fluidos, no aguante más las ansias y me monté rápidamente sobre él, abrí bien las piernas sobre su cuerpo, bajando mis caderas lentamente para reanudar la cogida, agarre su pene palpitante y me lo metí nuevamente de un solo golpe dentro de mi coñito que aún estaba lleno de mis fluidos entremezclados con los de él, pero sobretodo con los de mi corrida anterior, se me contrajeron con intensidad los músculos dentro de mi vagina por el morbo de la situación, se sintió delicioso cuando entro entero dentro de mí, pero esta vez yo tenía el control de los movimientos, me encantó sentir que podía controlar la intensidad, el ritmo, la profundidad de la penetración a mi antojo, comencé a moverme suavemente pero de a poco la excitación volvía a crecer dentro mío, esta vez con mayor intensidad, se apodero de mí rápidamente, no pude evitar mover mis caderas y mi colita como una perra en celo sobre su pene erguido, eso a él lo excitaba aún más ya que sentía dentro mío como se inflamaba más y más, ardía al punto de quemarme las paredes de la vagina, me recosté sobre él y me susurro al oído:

– Eres una verdadera Puta, que rico culito que tu marido se come todas las noches, quisiera estar en su lugar, tenerte para mi solito entre las sabanas, te podría coger todo el día sin descansar, espero alguna vez poder cumplir muy pegaditos o casi colados de esta fantasía que te cuento, pero de momento esta es mi gran oportunidad y te voy a culear como a una cualquiera, hare que te sientas la Puta más rica de todas
– Si hazlo papito, destrózame el coño, pártemelo en dos por favor… – le dije, no podía creer lo que le estaba diciendo – me mostraste e hiciste descubrir que soy una Puta en todo el sentido de la palabra, la más Puta de todas, ábreme más las nalgas con tus manos y métemelo enterito hasta el fondo, vuélveme tu Perra esta noche… ¡¡Ah, Oh, que rico, que RICO!!

Estaba gozando como una verdadera Perra con aquella verga encajada dentro mío, como se lo había pedido, con sus manos él me abría las nalgas lo más que podía para que su pene se adentrara más y más en mí, mientras mi marido continuaba sacando fotos de cómo me cogía nuestro amigo, yo continuaba moviéndome muy cadenciosamente sobre su riquísimo pene, al mismo tiempo podía ver en su rostro que él la estaba pasando de maravilla conmigo allí, de repente sentí las manos de mi esposo que acariciaban mi colita y de paso me abrían más las nalgas entre los dos, nuestro amigo intuyo las intenciones de mi esposo, entonces con sus manos haciendo fuerza sobre mis glúteos los abrió todo lo posible, fue tanto que sentía como el orificio de mi culito se abría también muy fácilmente, acto seguido sentí un par de dedos mojados buscando mi anito, cuando lo encontraron empezaron a introducirse en el muy delicadamente, mi marido se quedó así por un rato jugueteando y dilatando la entrada de mi anito, después de una momento sentí algo familiar, más caliente y grueso que sus dedos, era la cabeza de su pene que también estaba notoriamente inflamada, él estaba tratando de penetrarme por el culito, mientras tenía a su amigo llenando completamente la vagina de su mujercita, aproveche las circunstancias para gozar de las sensaciones y también porque no decirlo de la fantasía recurrente de ser penetrada por dos hombres al mismo tiempo, de manera instintiva moví mis caderas, levante mi culito abriendo aún más mis nalgas y ofrecerle así toda mi colita a sus deseos, sentía un calor extraño en mi interior, la excitación estaba por las nubes por el hecho de estar aquella noche con dos hombres al mismo tiempo, totalmente desnuda, entregada y dispuesta a hacer cualquier cosa que aportara más morbo a la noche, me encontraba así en medio de los dos, disfrutando de toda la situación, en ese instante no había ya ni un solo lugar de mi cuerpo que no estuviera siendo explorado, poco a poco la resistencia de mi anito se fue entregando al placer, mientras mis uñas se clavaron sobre las sabanas y el colchón de aquella cama, el pene de mi marido se abría paso lentamente en mi culito, nuestro amigo no se quedo quieto así que también me encajo su pene enterito, esto me produjo un estremecimiento muy potente que se dirigía desde mi vagina y mi culito, por todo mi cuerpo hacia mi cabeza, sentí como la carne ardiente de ambos me llenaba por completo por ambos lados, no había sentido nada como aquello, era algo totalmente nuevo para mí, entonces ambos empezaron a penetrarme acompasadamente, uno por detrás, el otro por delante, se movían al mismo tiempo, ambos orificios se me abrían para recibir con mucho gusto toda la magnitud de sus sexos endurecidos, me llenaban por completo con sus carnes calientes, además de bañarme toda por dentro con sus fluidos viscosos, sentí derrumbarme de placer, empecé a sudar, mi respiración se aceleraba, podía escuchar como latía apresuradamente mi corazón, gemía muy fuerte, jadeaba muy rápido por esa sensación tan excitante de tener dos penes dentro de mis entrañas por primera vez, sentía como ambos chocaban dentro mío tan solo separados por la fina membrana que existe entre ambos orificios, sentía como los testículos de ambos sumamente ardientes del deseo chocaban contra mis nalgas con cada penetración, percibía la respiración agitada de ambos sobre cada lado de mi cuello, sus manos curiosas recorrerme toda, sus movimientos en aumento por la excitación, lo mejor es que por esa noche ambos eran totalmente para mi solita, para mi deleite, esa deliciosa e indescriptible situación nuevamente me llevo a no poder aguantar más, termine corriéndome de tanto placer, explote de tanto gusto, bañándolos a ambos con mis fluidos que esta vez se escurrieron por mis piernas y todo mi coño empapando toda la sabana.

Después de que aquel orgasmo espectacular disminuyera un poco y yo recobrara la noción de las cosas, yo estaba recostada sobre el cuerpo de nuestro amigo, mientras ellos aprovechaban de mi cuerpo extasiado, seguían cogiéndome con mucho más morbo, el pene de mi marido me penetraba con fuerza por el culito, mientras que nuestro amigo tenía como una piedra el suyo, de repente sentí que mi marido sacó el suyo de mi colita e inmediatamente lo colocó por encima del pene de nuestro amigo mientras este me seguía penetrando por la vagina deliciosamente, yo no sabía que pretendía pero comenzó a presionarlo contra mí poco a poco, se sentía delicioso, hasta que en determinado momento sentí como si se rompiera algo ahí abajo, hubo una presión intensa dentro de mi vagina, y una sensación gloriosa, entonces comprendí que dos penes entraron de golpe dentro de mi vagina al mismo tiempo, yo grité muy fuerte de placer debieron escucharme en toda la cuadra, mi vagina se abría para ellos como nunca había imaginado, pararon un momento por aquel grito tan sonoro, pero eso no los detuvo por mucho tiempo así que continuaron muy lentamente con la faena, de a poco iban aumentando el ritmo de sus embestidas, se los notaba muchos más excitados aún, yo estaba sumida en el placer de aquella sensación, me perdí por breves instantes, cuando retome el control de mis sensaciones ellos se encontraban moviéndose salvajemente dentro de mí, ambos se encontraban como poseídos, sentí que mi coño se expandía más y más para recibirlos, el placer era muchísimo mayor que al encontrarme toda llenita de carne, sentía como me llenaban la vagina aquellos dos penes ardiendo y chorreándose en cantidades fenomenales, fue tal la sensación que nuevamente empecé a correrme desenfrenadamente una tras otra vez, no podía controlarlo, no sé cuantas veces me corrí encima de sus deliciosas vergas, era una cascada inmensa de placer interminable, mientras ellos no tenías ninguna intención de detenerse, un fluido viscoso y en extremo caliente comenzó a escurrirse por mis piernas al mismo tiempo que no paraban de temblar, sentía como se derramaba todo aquel fluido de las corridas que tuve por la gran culeada que me estaban propinando, sentía como salían fluidos expulsados desde mi interior, cada vez que ellos penetraban al unísono con fuerza dentro de mi vagina, fue algo maravilloso… En ese momento se me ocurrió que fuera de aquella habitación, todos los demás alojados allí y también posiblemente los que pasaban por la calle e incluso los vecinos cercanos, debieron estar imaginándose los que pasaba conmigo ahí adentro, debieron estar escuchando los fuertes gemidos y gritos que me provocaban de tanto placer, además de las palabras de excitación que los tres decíamos, incluso las palabras subidas de tono que me decían por lo Puta que me estaba comportando, pero no nos importo en los más mínimo y seguimos cogiendo de lo más rico…

Luego de esos orgasmos fenomenales no recuerdo a detalle lo que paso conmigo, pero cuando pude retomar el control de mi cuerpo, además de lo que pasaba a mi alrededor, me encontraba echada boca arriba, con las piernas más que abiertas al aire, con el pene de mi marido propinándome tremenda cogida, para entonces sentía como mi vagina se encontraba chorreándose de fluidos entremezclados de los tres pero yo creo que en su mayoría eran los míos, por la cantidad de veces que hicieron que me corra, el pene de mi esposo entraba y salía de mis entrañas muy húmedo, con mucha facilidad, prácticamente se resbala dentro mío, en mi boca mientras tanto se encontraba el pene de nuestro amigo que aún se encontraba como una piedra, yo lo agarraba con intensidad y me lo metía lo más adentro de mi boca que podía, una de mis manos mientras tanto sujetaba con fuerza sus testículos y de momento sus nalgas para no dejarlo escapar, su vello abundante sobre mi rostro me enloquecía ya que estaba completamente humedecido y llevaba una fragancia penetrante a sexo del más sucio con una Puta, el olor indecente de sus corridas.

Así siguieron culeándome ambos con lujuria, en esos momentos sentía como ellos se estaban aprovechando de todo mí cuerpo y la disposición de mi sexo a satisfacerlos en todo lo que ellos quisieran hacer conmigo, yo totalmente predispuesta a todo, ellos me cambiaban de posición, me abrían totalmente las piernas, también me abrían las nalgas, la vagina o el culito a su antojo, me cogían a gusto como ellos querían yo no me quejaba de nada de lo que ellos quisieran hacerme, porque estaba muy excitaba y complacida con todo lo que estaba sucediendo entre aquellas cuatro paredes, sobre aquella cama empapada de nuestro sudor, pero más que todo de una cantidad exuberante de fluidos íntimos, con el ambiente cargado de morbo, el olor penetrante típico de una buena noche de sexo y lujuria.

Luego de un buen rato mi marido un poco exhausto de tanto movimiento, se hecho sobre la cama toda desarreglada, se puso simplemente a tocarse y a observar como nuestro amigo continuaba metiéndome su pene en la boca y este me decía:

– Putita métetelo todo hasta la garganta
– ¡Mmmmm! Que delicioso – decía yo – que rico – y volvía a chuparlo completo

Le chupaba todo el pene, los testículos, completamente todo… luego lo aparté un poco para subirme encima de mi esposo y meterme también su verga en mi vagina golosa, este gustoso me la metió de un solo golpe o mejor dicho resbalo dentro mío por la humedad que aún traía en mi vaginita, mientras esta vez nuestro amigo se puso a observar, lo muy Puta que era yo sobre mi marido, pero él no se limito solo a mirar, así que ahora él se acerco por detrás de mí con serias intensiones de poseer mi culito, empezó a acariciarme, besarme y lamerme toda la espalda, los pechos, la cintura, las nalgas y todo lo que pudiera, luego sin esperar más me metió los dedos en la colita, que aún se encontraba muy abierta de la cogida que me propinaron momentos atrás, así que al ver esto el rápidamente puso la cabeza de su pene en la entrada de mi anito, para empezar a empujarlo pero aunque mi culito estaba abierto su miembro no entraba fácilmente por el grosor mayor que él tenía, entonces le dijo a mi esposo que me abriera más las nalgas con sus manos, él ni corto ni perezoso lo hizo inmediatamente, así que nuevamente empezó a empujar su pene contra mi anito, al rato mi culito reaccionó recibiéndolo, dejando entrar aquel pene grueso en mis entrañas, envolviéndolo en toda su magnitud y longitud, nuevamente me encontraba yo en medio de los dos completamente penetrada por ambos lados al mismo tiempo, cuando terminó de entrar por completo el pene de nuestro amigo en mi colita, ambos empezaron a moverse muy despacio para no lastimarme, pero como es de suponer consumidos por la excitación y el placer hicieron que la intensidad fuera en aumento, también el morbo y la lujuria, mi marido continuaba moviéndose muy deliciosamente y abriendo mis nalgas al mismo tiempo para que nuestro amigo me cogiera la colita sin resistencia alguna, al percibir esto nuestro amigo empezó a cogerme con mucha más fuerza, me la sacaba y me la volvía a meter entera de un solo golpe, eso me puso a mil en un instante, a esas alturas yo ya no gemía ni jadeaba, ya estaba gritando sin control de tanto placer propinado por aquel par de penes dentro de mí, las piernas me temblaban sin poder pararlas, mordisqueaba los labios de mi esposo sin poder pensar siquiera, mientras yo sola con una de mis manos ayudaba a mi esposo a que abriera más mis nalgas para ofrecérselas a nuestro amigo, con la otra mano yo agarraba los cabellos de mi esposo fuertemente, el también por la excitación que debía estar sintiendo, me apretaba con las manos y me abría con fuerza las nalgas entregando completamente el culito de su mujercita, a merced de nuestro invitado, para que él metiera su pene goloso en lo más profundo de mis entrañas de la forma en que se le pasara por la mente, mi marido escucharme gritar muy cerca de sus oídos, de tanto de placer que estaba recibiendo su Putita, le provocó penetrarme con más ímpetu y salvajismo…

Ellos me estaban rompiendo el culito y el coñito, me llenaban completa por todos lados, yo estaba completamente a su disposición y a sus antojos, todo mi cuerpo y mi sexo entregados íntegramente a la lujuria especialmente de nuestro amigo, ni mi raciocinio ni mi voluntad respondían, yo no podía hacer más que disfrutar, correrme y dejarme culear como ellos quisiesen, por el tiempo que quisiesen, por donde se les imaginara, después de un muy buen rato en que seguíamos friccionándonos, frotándonos, moviéndonos, rozándonos, sentí como el pene de mi marido comenzó a palpitar con fuerza, se puso ardiente como nunca antes, sus movimientos se hicieron muy lentos y en una embestida brutal, potente y profunda me llenó de semen toda la vagina, apenas al sentirlo me corrí también con desenfreno estimulada por la calentura del momento, esto fue acompañado de unos espasmos por parte de ambos muy deliciosos, quedamos abrazados y con nuestros sexos totalmente acoplados, nuestro amigo estaba muy entretenido con mi culito y no paraba por nada de cogérselo, mi marido se separo un poco de mí para poder salir de ahí abajo, dejando a su mujercita toda encajada con el pene su nuestro amigo en la colita que tanto le apasionaba, inmediatamente fue a alzar el celular que estaba sobre uno de los veladores, para continuar observando y sacando fotos, en eso nuestro amigo goloso me hizo echar de espaldas sobre la cama y trataba de penetrarme por detrás en esta nueva posición pero al no poder abrirme lo suficiente le pidió a mi esposo que me sostuviera las piernas muy cerca de mis hombros para que el pudiera penetrarme con más facilidad por el culito, mi marido muy comedido así lo hizo, entonces nuestro amigo sin perder tiempo empezó a presionar la cabeza de su miembro sobre mi anito, al rato se introdujo su pene con mucha facilidad, mientras yo aprovechando la posición jalé el pene de mi esposo y empecé a chupárselo con ahínco, él sosteniendo aún mis piernas se recostó sobre mí para abrir muy bien mi culito, entregándoselo nuevamente para que nuestro amigo me penetrara hasta el fondo, este otro tomo el celular y sacó también algunas fotos en esa pose con su pene abriendo el culito que a mi marido le encantaba tanto, luego dejo el celular sobre la cama, para concentrase en propinarme más placer, entonces empezó a embestirme con mucha fuerza, casi cabalgando sobre mí, yo sentía que iba a explotar nuevamente en cualquier momento, aguante muy poco con todo aquello y otra vez comencé a correrme en cantidades increíbles como una verdadera Puta, agarraba con fuerza el pene de mi marido, lo chupaba frenéticamente para no gritar demasiado y ensordecer a todo el vecindario, en medio de todo eso sentí como nuestro amigo me embistió como un a****l, haciéndome sentir su goloso miembro en toda su magnitud, muy dentro de mis entrañas, estaba totalmente inflamado, duro como una piedra, ardiendo de placer, en breve él explotó también dentro de mi culito y me llenó todo de su leche caliente y muy sabrosa…

Las imágenes tan lujuriosas de todos esos momentos vividos me rondaron en la cabeza por un muy largo periodo de tiempo, incluso actualmente en algunas ocasiones a mí se me cruzan por la mente los recuerdos de aquella noche cargada de sexo del más sucio y porque no mencionarlo en algunas fantasías mías se encuentra el hecho de un reencuentro e incluso tuve muchos sueños húmedos que invadieron mi tranquilidad a causa de lo experimentado con aquel amigo goloso, siento también en alguna oportunidad cuando hago el amor con mi marido, especialmente cuando estoy corriéndome que lo hago nuevamente con ambos en aquel lugar, me transporto nuevamente junto a nuestro amigo desconocido hasta esa noche deliciosa, cuando las imágenes de esas vivencias vienen a mi mente no puedo evitar el correrme pensando en él, me imagino nuevamente con aquel desconocido ambos completamente desnudos, yo sintiendo su pene pelado dentro mío, él chorreándose, bañándome de sus fluidos, mezclándose y empapándose también con los míos, muchas noches me imagino en la fantasía que él tuvo conmigo y que me susurró al oído aquella noche inolvidable sin que mi marido pudiera oírla, me produce realmente mucha excitación, morbo y malicia, tan solo el hecho pensar en la posibilidad de que podría repetirse algo con él en otra ocasión, ya sea acompañada de mi marido o solitos los dos, con él como mi amante y yo como la putita infiel, desatando ambos sin recato nuestros deseos mutuos, que delicia pensar en él mientras hago el amor con mi marido, realmente tienen razón en pensar que soy toda una Putita Infiel, estoy segura que en algún momento me animare a plasmar también la fantasía que él tiene conmigo, así como el plasmo la nuestra con mucho gusto, de una manera muy deliciosa, aunque eso lo sabrán en otro relato…

Fue toda una experiencia, inolvidable y realmente muy exquisita, que gusto de aquello que vivimos, ahora disfrutamos de manera muy abierta al máximo de todo tipo de fantasías y placeres deliciosos, siempre acompañados el uno del otro y compartiendo nuestras vivencias y experiencias como una pareja liberal y de mente muy abierta a las posibilidades y propuestas, por la visión, comprensión, comunicación, unión y mentalidad diferente que nos regaló el hacernos conscientes de nuestra sexualidad, esto es tan bueno que ambos nos deleitamos con nuestros amigos, amigas y de las fantasías lujuriosas, excitantes, creativas e imaginativas que se nos presentan.

Espero que todos hayan disfrutado de esta lectura y les haya gustado mucho todo el desarrollo de nuestro relato que es completamente real, para demostrar a aquellos que piensan que en La Paz Bolivia no se puede encontrar nada de diversión, bueno para muestra basta un botón ¿No lo creen así?…

Si quieren escribirnos, comentarnos algo sobre esta historia, si tienen alguna sugerencia o propuesta deliciosa, quieren intercambiar experiencias, fotos o algún otro material (OJO intercambiar no solo pedir, ya que nos gusta muchísimo disfrutar también de las experiencias reales de gente desinhibida, madura y abierta de forma recíproca)

Si tienen algunas fantasías morbosas, deliciosas, golosas, alocadas y excitantes que quieran que nosotros vivamos y luego relatemos, solo sugierannosla…

Si son swingers y/o cuckolds plenos y están en nuestra ciudad y quieren llegar a ser invitados y hacer realidad alguna fantasía deliciosa junto a nosotros, como esta que tuvimos y disfrutamos, no duden en escribirnos a cualquiera de nuestras redes sociales, para que les detallemos nuestros requisitos, nos pueden buscar como:
Amanda Golosita HW

Saludos, abrazos muy apretaditos, caricias atrevidas y besos golosos donde ustedes los deseen…
Atentamente
Amanda Golosita y Alejandro Consentidor

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