Extraños en un tren
Por primera vez, en el vagón del tren, frente a maría, no se sienta el mismo chico friki que la mira sin cesar.
Frente a ella, un nuevo chico mucho mas guapo a ocupado su lugar. No puede evitar mirarlo, cara ancha con marcados pomulos y barbilla, fuertes hombros que dejan intuir un cuerpo atletico y delgado. Manos enormes que podrian sujetarle completamente en trasero usando solo una de ellas.
No puedo evitar pensar como debe ser follar con el si tiene el mienbro del mismo tamaño que las manos. Lo mira y descubre que la mira, nerviosa aparta la vista.
El, a su vez descubre a una chica preciosa, de cuerpo perfecto, que no deja de mover las piernas como si algo le pasara en el interior. Ya le ha sucedido antes, es la excitacion de verle.
Es cierto, Maria no puede controlar el arrollador impulso de sus hormonas y de su excitacion. Le m*****a todo, desearia poder quitarse la ropa alli mismo, siente que empeiza a humedecer su ropa. No lo soporta.
El tampoco lo soporta, tiene el miembro como jamas se lo habia notado antes. Tan duro que le duele bajo el pantalon.
En un momento, aprobechando la intimidad que brinda un vagon vacio en un trallecto largo, ambos ceden a sus fantasias y sentandose juntos comienzan a besarse sin mediar ni una sola palabra.
Ella lo besa en la boca mientras le quita la camisa para descubrir su fibrado cuerpo. El acaricia sus pechos y sus nalgas. Aliviando la presion de su miembro, finalmente ella extrae su miembro, el mas grande que ha visto nunca. tan duro como un hueso, curvado y reluciente por el liquido preseminal de la excitación de el.
No puede soportarlo, aunque quisiera seguir jugando un poco mas, necesita introducirse aquel miembro enorme.
El tambien esta ansioso por introducirse en un sexo tan humedo y caliente. Cuando finamente lo hace, siente todo el calor y la humedad del fluido que le recorre el miembro.
Maria apenas puede moverse como quiere, pollon, no puede caalificarlo de otra manera, esta tan duro que es incapaz de echarse hacia delante o hacia atras, solo puede hacer un ligero vaivén arriba y abajo para satisfacer sus ansias por correrse. Pronto comienza a adaptarse al nuevo tamaño y comienzan los movimientos freneticos, y los gritos descontrolados de ella.
En la vida ninguno de los dos ha disfrutado de un sexo tan salvaje. Los gritos de placer y los espasmos que provocan los orgasmos de ella, inundan al mente de el. Los fluidos se encargan de inundar su miembro que ya manchan el asiento tapizado del tren. El pequeño trasero hace que se deleite con la imagen.
Maria se siente obsevada, en algun momento el tren se a llenado de mirones que los miran embobados y envidiosos. Sabe que le estan gravando, pero le da igual. Todo el mundo deveria poder ver y disfrutar de algo tan magnifico.
Ha perdido la cuenta de los orgasmos, cuando ya no puede mas, teniendo su coño completamente dolorido. El aun no se ha corrido y le mira recrimiandole que el juego aun no se ha acabado. Se agacha y empieza a comérsela. Para su disfrute el la masturba con sus grandes manos. No tardan en llegar los dos al orgasmos, pudiendo ella disfrutar por primera vez del sabor del semen, cuya cantidad sera la mas abundante que vera jamas.
Como si no hubiera pasado nada, cada uno vuelve a su sitio, volviendo a colocarse la ropa. Se miran sonriendose, sabiendo lo que ha ocurrido, pero ahora al mirarse ven a otra persona. Maria ve al chico friki que siempre la mira. El ve a la chica de sus sueños que jamas le hace caso.
Pero no ha sido un sueño, maria aun siente el escozor entre sus piernas y el salado sabor del semen en su boca. Se sienta a su lado, lo besa y le dice.
– Esto tenemos que repetirlo.
Cerca, una señora mayor que lo ha visto todo, tiene una opinion muy diferente sobre lo que ha pasado. Ella ha visto los mismos dos tontos de siempre que se miran sin mirarse, que se desean sin hablarse. En un momento ambos han comenzado a moverse, como si fueran victimas de violentos orgasmos imaginarios, y cuando han acabado, se han sentado juntos y se han besado.
SON COSAS EXTRAÑAS QUE PASAN EN UN TREN.